ABC cervicalgia: de los síntomas a la terapia

28 Mayo 2019 - Terapias -

Una vez en la vida, el 10 % de los italianos la padecen, con repercusiones en la calidad de vida debido al dolor y a la inmovilidad asociados a la aparición de la enfermedad: la cervicalgia es uno de los problemas más incapacitantes para la gestión de la vida cotidiana.

Las causas

Su manifestación está ligada a:

la presencia de afecciones de otros aparatos o articulaciones (temporomandibulares, cíngulo escapular y aparato vestibular)
la asunción de posturas incorrectas, a veces influenciadas por la reactividad psicoafectiva
los hábitos de vida
por la tensión emocional o física del paciente

Otros problemas como el latigazo cervical, la artrosis, la hernia discal y los síndromes miofasciales también pueden determinar su aparición.

La sintomatología

Un rasgo distintivo es el dolor diversificado según la zona a afectar: en la artrosis, la discopatía y la hernia de disco cervical se irradia a los hombros y miembros superiores y se acompaña de hormigueo con alteraciones en la sensibilidad, mientras que en los síndromes miofasciales no se extiende a los brazos.

El diagnóstico

El papel clave lo desempeña el médico que, tras un reconocimiento, prescribe los exámenes para determinar la terapia más adecuada.
En particular: para confirmar la presencia de una presunta inestabilidad de las vértebras, se realiza una radiografía con proyecciones estándar o de flexión/extensión, mientras que se dispone de una resonancia magnética nuclear para determinar el sufrimiento de una hernia discal o de la médula espinal.
Los análisis de sangre con índices de inflamación se utilizan en el caso de supuestas patologías reumáticas o generales.
Solo en casos especiales (verificación de la función de las raíces nerviosas) la electromiografía de los miembros superiores proporciona la respuesta.

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La terapia

Se diferencia en función de la fase en la que se produce la enfermedad: en la fase aguda el tratamiento, analgésico y descontracturante, requiere reposo y uso de analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares durante un corto periodo de tiempo. La correcta alineación postural mediante el uso de un cojín bajo o un collarín cervical -útil en caso de traumatismo o en situaciones de especial gravedad- y un programa de ejercicios y movilización a realizar de diferentes maneras dependiendo de la fase clínica también son apropiados.
No es recomendable: forzar movimientos dolorosos y llevar a cabo programas intensivos sin la supervisión de operadores entrenados.

¿Qué hay de la terapia láser?

Para fines analgésicos, descontracturante y antiinflamatoria, no solo es beneficiosa, sino también decisiva para reducir significativamente los síntomas dolorosos y mejorar la función del cuello.

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El caso

La Sra. Anna sufre de mareos constantes y tinnitus que no son causados por la laberintitis. Una radiografía del cuello y de la columna cervical muestra alteraciones de la espondilitis artrítica con osteofitos marginales posteriores cortos de las vértebras cervicales y alteraciones de la osteoartritis interafísica. Un examen físico posterior revela una pronunciada raquialgia cervical en el espondilo artroso. Para reducir los síntomas dolorosos, la paciente es tratada con una combinación de Hilterapia^® y una suave terapia de masaje de la columna cervical y de los haces superiores de los músculos trapezoidales. Después de 5 sesiones la paciente siente un beneficio inmediato: el cuello está más libre, la rotación de la cabeza tiene lugar sin necesidad de girar todo el cuerpo, ya no tiene mareos cuando mira hacia arriba, los músculos ya no se contraen, los hombros son más ligeros y la repetición de los gestos de rotación e inclinación es más fácil.

(Caso relatado por Maddalena De Togni, fisioterapeuta y responsable del gimnasio extremidades y columna vertebral)