“En los últimos años, ASA ha experimentado una importante transformación de 360°, demostrando gran flexibilidad y una capacidad objetiva para evolucionar en el aspecto organizativo, documental, de comunicación y de sincronización entre los departamentos. Aspectos que no siempre se tienen en cuenta, pero que considero fundamentales para crear un buen producto capaz de satisfacer al cliente. Todo esto ha sido posible gracias al aporte de personas valientes que fueron capaces de poner en común sus visiones y perspectivas. Por el bien de todos, hay que superar el individualismo: solo esto, puede generar a veces, un verdadero cambio”.
Describe la evolución de la empresa a los largo de los años el Ingeniero Andrea Dugato, Encargado del Departamento Engineering, que recientemente alcanzó el hito de la mayoría de edad profesional en ASA. Dieciocho años de retos y nuevos proyectos, de dificultades y objetivos alcanzados, de inversiones en tecnología, investigación, innovación, pero sobre todo en formación, porque para ASA los recursos siguen siendo el verdadero capital empresarial, un patrimonio de competencias y sensibilidad inestimable.
“No cabe duda de que la formación interna y externa es un punto a favor de ASA, pero la verdadera fuerza de la empresa en la capacidad de ofrecer y poner a disposición múltiples espacios de reunión, donde la gente puede compartir ideas e informaciones, así como mantenerse en contacto desarrollando relaciones, intercambiando opiniones y, quizás, descubriendo aficiones comunes”.
Por ejemplo correr,actividad que es mucho más que un deporte para ti, tanto que lo convertiste en un punto de evaluación incluso antes de aceptar la propuesta de ASA.
En mi enfoque de la vida, dedicar la pausa del almuerzo a correr no es solo un hábito vinculado al mantenimiento de la forma física, sino una infusión de bienestar para el cuerpo y el espíritu: no voy a ocultar que también consideré este aspecto antes de aceptar la propuesta que me hicieron hace 18 años. La empresa ha mostrado una gran sensibilidad en este sentido, hasta el punto de que también se ha incluido en las nuevas instalaciones una zona de vestuarios con duchas.
El mundo del láser estaba en tu destino...
Antes de llegar a ASA trabajaba en una empresa de marcadores láser que estaba pasando por un momento difícil. Las perspectivas de futuro eran bastante inciertas, así que decidí participar y publiqué un anuncio. En contra de mis expectativas más salvajes, se pusieron rápidamente en contacto conmigo para una entrevista. Viniendo de una empresa que construía láseres, no podía creer que tuviera una oportunidad profesional en otra realidad similar pero en el campo de la medicina. Pero el destino así lo quiso.
El fatalismo, sin embargo, no impregna tu actividad, donde nada puede dejarse al azar. Lo confirma la primera visita de inspección FDA realizada en la empresa en el 2016.
Es, sin duda, uno de los momentos más destacados de mi temporada profesional en ASA. Para enfrentar esa prueba, toda la empresa ha vivido en una especie de “burbuja”, que, sin embargo, permitió un trabajo en equipo aún más cohesionado. Pasamos un agosto preparándonos para cualquier eventualidad, sin tener idea de lo que nos esperaba: al final todo salió bien, y el sentimiento que quedó fue de gran satisfacción y unidad.
Trabajar en equipo es uno de los objetivos que la empresa ha perseguido siempre. Cuando empezaste a trabajar en ASA, ¿cuál era tu objetivo?
Mi objetivo siempre ha sido crear competencia en todas las ramas del conocimiento con las que estoy en contacto, principalmente en términos profesionales. Considero que es la única manera de tener un valor añadido no solo para uno mismo, sino también para las personas con las que se trabaja. Para poder interactuar eficazmente, hay que hablar el mismo idioma: solo así la comprensión es plena y el tiempo se reduce.
En estos 18 años he tenido la posibilidad de desempeñar varias funciones y de cada una de ellas he extraído elementos que han resultado decisivos en mi puesto actual.
¿Cómo ha cambiado la profesión de ingeniero en estos últimos veinte años?
Sin duda ha cambiado, debido a dos factores clave: la velocidad de circulación de la información y su disponibilidad. Estar al día es un imperativo, mientras que ser capaz de transmitir y estructurar la información de forma que pueda utilizarse con la mayor eficacia posible es el verdadero reto.
